Cartel de Silicon Valley Bank
por Marcelo Guerra Rivas profile image Marcelo Guerra Rivas

¿Qué pasó con Silicon Valley Bank?

La causa de la nueva crisis bancaria tiene nombre: Silicon Valley Bank, el banco de varias startups tecnológicas.

Marzo de 2023 no será bien recordado en el sector bancario. Varias instituciones han sido afectadas por una crisis caracterizada por la inflación, la subida de las tasas de interés y la incertidumbre sobre las medidas de los gobiernos de las principales economías del mundo. Uno de los primeros afectados: el Silicon Valley Bank, fundamental para el financiamiento de startups en Estados Unidos y Europa.

¿Qué era el Silicon Valley Bank?

Primero lo primero, ¿qué era el Silicon Valley Bank?, ¿por qué era tan importante para el sector tecnológico?

Este banco se fundó en el año 1983 en Santa Clara, California, ciudad sede de varias de las compañías tech más grandes del mundo. Esto hizo que desde sus inicios, el banco tuviera una relación estrecha con el sector tecnológico, prestando sus servicios financieros a una cantidad considerable de empresas. Esta relación se extendía al mundo de las startups, siendo socio de grandes capitales de riesgo o venture capitals (VC) como Sequoia, que ha financiado a Apple, Airbnb y Zoom.

El SVB también llegó al mundo de las criptomonedas. Empresas como Ripple, Circle y la desaparecida BlockFi eran clientes de este banco. En el caso de Circle, una porción de las reservas que respaldan a USDC (la segunda stablecoin más usada del mundo) estaba depositada en este banco. Sin embargo, la compañía había anunciado que la moneda no sería afectada por la quiebra del banco.

Vínculos del SVB con las startups y los venture capitals

La estrategia de negocio del banco se enfocaba en el crecimiento, lo que le permitió estar entre las 20 instituciones más grandes de los Estados Unidos, con una plantilla de 8.000 trabajadores y operaciones en países como China, Irlanda, Israel, Suecia, Dinamarca o Reino Unido, donde su filial fue vendida al HSBC por un valor de 1 libra esterlina.

El poder de las alianzas

El auge de las startups en la última década permitió al SVB lograr su objetivo mediante alianzas con capitales de riesgo que financiaban entidades como OpenDoor (plataforma de compraventa de bienes raíces) y Chainalysis (una firma de investigación de criptomonedas). También ayudó un entorno con tasas de interés bajas, lo que llevó al banco a ofrecer servicios financieros que las instituciones tradicionales no prestarían.

El banco también desarrolló fuertes nexos con la industria vinícola californiana, concentrada en los valles de Napa y Sonoma, otorgando créditos por un total de USD 1.200 millones.

Personas saliendo de una sede de SVB.
Personas saliendo de una sede de SVB.

Capitales de riesgo como Sequoia sugerían a las startups abrir cuentas en SVB. También un número importante de participantes de Y Combinator debieron hacerse clientes del banco, llegando a relacionarse con diversos ejecutivos de la institución. Esto permitió al banco abrirse paso en el ecosistema de startups israelí y europeo al entender las necesidades de estos proyectos.

Las relaciones del Silicon Valley Bank con los venture capitals permitieron a los emprendedores tech crear redes de contacto con potenciales inversores. Los productos ofrecidos por el banco daban esperanza sobre el rápido crecimiento de las startups, siendo un componente esencial para desarrollar el sector.

Un ligero cambio en las condiciones de juego

Otro factor para considerar en el crecimiento del Silicon Valley Bank es el regulatorio. Luego de la crisis financiera de 2008, los bancos estadounidenses con una cartera de activos superior a los USD 50.000 millones debían considerarse como “relevantes” para el sistema, debiendo someterse a regulaciones más estrictas.

Esto representaba un obstáculo para los objetivos del banco. Por eso, varios de sus directivos hicieron lobby para que la administración del expresidente Donald Trump fijara este requerimiento en USD 250 mil millones.

Luego de las reformas al sistema financiero estadounidense, las captaciones del Silicon Valley Bank (depósitos recibidos de sus clientes) mostraron un aumento vertiginoso, pasando de USD 50 mil millones en 2019 a 175 mil millones para diciembre de 2022. Estas captaciones estaban concentradas en empresas tecnológicas, un sector muy expuesto a las variaciones en las tasas de interés.

El principio del fin

La situación económica empieza a cambiar por la pandemia y el posterior ciclo inflacionario (que aún se mantiene) en las principales economías del mundo. La crisis se agudiza con la guerra en Ucrania, el aumento de los precios de las energías y las crecientes tensiones entre Rusia y países occidentales.

Esta situación demandaba medidas urgentes. Los bancos centrales, liderados por la Reserva Federal de los Estados Unidos, empezaron a aumentar los niveles de las tasas de interés.

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Hablamos de este contexto a mayor detalle en la entrada sobre los despidos masivos en tech.

El Silicon Valley Bank, enfocado en un sector muy expuesto a este tipo de situaciones, empieza a tener problemas, ya que muchas empresas deciden no seguir financiándose con préstamos concedidos por el banco para evitar riesgos.

Otro factor fue la inversión en instrumentos como bonos, que tienden a depreciarse con una subida en las tasas de interés, a pesar de considerarse como una inversión relativamente “segura”.

Los depósitos empiezan a disminuir por una mayor necesidad de liquidez de los clientes del banco, es decir, el SVB empezaba a tener menos dinero disponible para asumir los retiros de sus clientes, lo que llevó a esta institución a formular un plan de recaudación de USD 2.250 millones. Este es el punto de inflexión.

Sede de la Reserva Federal de los Estados Unidos

La caída

A partir de los rumores sobre los problemas de liquidez, los clientes empiezan a retirar sus depósitos, considerando que aquellos iguales o menores a los USD 250 mil están cubiertos por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos. Sin embargo, el banco no contaba con fondos suficientes para asumirlos: una bomba de tiempo.

Para el día siguiente al anuncio del plan de recaudación, los retiros realizados ascendieron a USD 42 mil millones, lo que hizo que el precio de las acciones del banco en la Bolsa de Valores de Nueva York se desplomara en un 60%. La cotización de SVB se detuvo por la volatilidad de la jornada. Viendo esto, el Departamento de Protección Financiera e Innovación cesó las operaciones del banco el 10 de marzo.

Para el domingo 12, la Reserva Federal anuncia que los fondos depositados en el banco estaban garantizados por la FDIC, protegiendo un total de USD 175 mil millones. También se recurrió al desembolso de fondos de emergencia para proteger todos los depósitos del SVB.

¿La crisis sigue?

Por el momento no hay respuesta, pero múltiples bancos se han visto afectados por esta situación.

Luego del SVB, las autoridades financieras cerraron el Signature Bank. El pánico cruzó el Atlántico y llegó a Europa, afectando a grandes entidades como Credit Suisse (vendido a UBS) y el Deutsche Bank, que al momento de la redacción de este artículo tuvo una jornada difícil en los mercados. Por todo esto, se puede decir que marzo no es un buen mes para la banca.

¿Qué deben esperar las startups y cómo deben adaptarse a la crisis?

Muchos analistas consideran que la caída del SVB debe ser una lección para las startups y los venture capitals. Aspectos como el manejo de riesgos y la diversificación son fundamentales, así como la dimensión de los financiamientos provistos a empresas y proyectos que apenas están iniciando.

Animación de un cohete.
Imagen de BBVA.

En lo particular, la actual situación reivindica uno de los principios fundamentales de las finanzas: la mitigación del riesgo mediante la diversificación, no concentrar una inversión en un activo en específico, sino distribuirla en una serie de valores seguros (muy entre comillas) que sean rentables. Esto debe ser entendido en las startups.

También se debe considerar que la administración financiera corresponde a expertos, profesionales con probada experiencia, lo que puede resultar complicado para empresas que están empezando, pero es más que necesario.

La crisis del Silicon Valley Bank también debe ser un llamado de atención para los bancos, que no deben concentrarse en un solo sector, sino que deben ser capaces de atraer una multiplicidad de clientes, incluyendo a aquellos menos expuestos a shocks atribuibles a factores externos. También deben considerar la diversificación del riesgo de sus inversiones.

Para medir y evaluar los efectos de la actual crisis deben pasar semanas, meses o años, ya que está en desarrollo y puede agudizarse. Sin embargo, este escenario debe servir de precedente para optimizar los procesos de administración financiera de las startups, y estas puedan ser viables, rentables y estables a lo largo del tiempo.

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