Ali Morales, contenido para construir la identidad caraqueña

Ali Morales es un creador de contenido, cineasta, profesor y caraqueño. Su iniciativa más conocida, Un2DeVainas, es un proyecto de reflexiones en formato multimedia dirigido a agitar mentes, entender y cuestionar las realidades del caraqueño y venezolano a través de sus símbolos, lenguajes y expresiones.

Conversamos con él para entender mejor la concepción de su trabajo, el impacto del contenido digital en una sociedad hiperconectada, y el rol del creador de contenido venezolano, dejando claro que, más allá de la búsqueda de seguidores y likes, hay ejemplos locales esforzándose por aprovechar el medio de la mejor manera. Morales es uno de ellos.

Historia de dos países

Como todos, Ali es el resultado de sus circunstancias. La historia detrás de la persona es la historia de alguien que viajó fuera de su país a corta edad y conoció otra cultura para después regresar e intentar recuperar el tiempo perdido. ¿De qué manera? Saliendo de casa, sea comiendo en lugares diferentes cada día o haciendo del cine su segundo hogar.

Por eso, cuando le preguntamos a Ali cómo se definía a sí mismo, tuvo una respuesta corta, pero fiel a lo que es. "Es complejo. Digo eso porque siento que en este momento soy el resultado de un montón de roces sociales que he tenido hasta ahora en mi vida. Ha tenido que ver con procesos de migración y vuelta, ya que me fui de Venezuela a Colombia a los 10 años y volví a los 19. Cuando volví, entré en un proceso de readaptación y parte de eso tenía que ver con saber a qué iba".

Ali regresa a Venezuela

Volver a encontrarse en un país después de algunos años hizo que Ali experimentara en distintos espacios. Como nos cuenta, "eso me llevó a unas exploraciones incluso académicas. Estudié 4 semestres de Idiomas Modernos en el pedagógico [Instituto Pedagógico de Caracas], y tuve un año sabático dedicado a conocer la ciudad nada más a través de comida, cuando en ese tiempo no existían estas vainas donde la gente va y prueba la comida con tiktokers".

Ali no habría podido hacer ninguna de estas aventuras sin el apoyo de su padre. En vez de presionarlo para que empezara a estudiar de inmediato, le dio libertad para que explorara Caracas y lo que le podía ofrecer. "Él me dijo: no estudies, no hagas nada, dedícate a vivir la vida un rato para que puedas entender cómo es la ciudad y cómo es Venezuela".

Esta fue una época donde el creador conocería la ciudad a su gusto, no solo su oferta cultural, sino también gastronómica. "Ese año iba al cine todos los días y en la casa veía al menos dos películas, y almorzaba en sitios distintos que no conocía de la ciudad. Ese fue otro roce, junto con haber estudiado ciencias políticas y darme cuenta de que no era algo que me gustaba tanto. Me apasionaba, pero sentía que el arte era lo que más me gustaba".

En este momento no me arrepiento de lo que soy, pero como una imagen virtual es como ver los sedimentos de la roca y cada una de las partes de ella. Es lo que siento que soy con todos estos roces sociales.

Creación de contenido: preguntar una y otra vez

Si has oído hablar antes de Ali Morales, sabrás que es una persona conocida en el ámbito cultural venezolano, o por lo menos de la capital. Con distintas propuestas que llaman la atención de aquellos curiosos por lo social, Ali se ha convertido en una figura clave para entender la identidad cultural de Caracas en la actualidad.

Cuando le preguntamos sobre su proceso para crear contenido, él lo resumió en una palabra: escuchar. "Yo intento que la ciudad me nutra mientras me relaciono con ella. A mí me gusta mucho frecuentar y vacilarme toda la movida cultural caraqueña, ya sea la institucional como la que llaman underground. Me gusta escuchar las conversaciones y entender el imaginario colectivo. En ese interín, veo las cosas que se repiten y les intento dar una forma, porque al final hay capas en torno a una misma discusión. Yo soy un investigador social naturalmente y ando flow Alejandro Humboldt en esta nueva dinámica de mi vida, y ando escuchando vainas y las empiezo a jerarquizar".

Eso me lleva a preguntarme cosas y ahí es donde va la vuelta. Me hago las preguntas: ¿Y esto por qué? ¿Y esto a dónde va? Y eso me lleva a que multiples personas por lo general conectan vainas.

Para Ali, el marco de discusión que une los temas que estudia, discute y difunde es la contemporaneidad. Según él, la contemporaneidad es uno de los elementos menos estudiados en Venezuela y que encuentra uno de sus pocos espacios en las producciones de radio y televisión y más recientemente en los influencers de redes sociales. Este sería el principal nicho de discusión porque, para Ali, "es donde hay más voces que puedan aportar desde su propia experiencia y desde su racionalidad entorno a eso, pero que no tienen los espacios para conversar".

Se trata de crear contenido crítico y auténtico

Aunque Alí no terminó la carrera de Idiomas en el pedagógico, la historia fue diferente en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), donde se graduó en Estudios Políticos y Gobierno.

Ambas experiencias lo ayudaron a descubrir y usar una estructura que lleva consigo hasta el día de hoy. Hablándonos un poco más sobre cómo crea contenido, nos contó que cada Un2deVainas "tiene una estructura como si escribieras un paper o un ensayo. Tiene una premisa, tiene unos elementos teóricos, históricos, que luego son confrontados con un elemento externo y eso te va a llevar a una reflexión crítica".

Además de estructura, la academia también le dio una perspectiva y un lugar desde el cual ver y comprender la realidad. "Algo que entendí estudiando ciencias políticas es que las ciencias sociales son métodos que te permiten tener un análisis de la realidad, una forma de instrumentalizarla y objetivizarla para que, de esa forma, den nuevas conclusiones que te lleven al pensamiento crítico".

Poder tener un enfoque crítico sobre su proceso ha ayudado a Ali a crear y compartir contenido con valor auténtico para las personas, algo que siente que lo distancia de crear en Internet y sentir que lo que hace es superior a la labor de otros.

Para mí, el tema de lo que estudié para el oficio de la creación de contenido tiene que ver con una apreciación más crítica de lo que hago y cómo eso realmente aporta y no se transforma una vaina meramente ególatra de decir que lo que yo digo tiene más valor que lo que la gente dice. Incluso ahora con el nuevo formato que estoy haciendo, "¿Cómo está la vaina?", se traduce en darle la voz a otra gente para que ellos mismos digan su vaina.

Según nos contó, en el proceso creativo no pasa por su cabeza la idea entrar en el concepto de quienes buscan la viralidad a cualquier costo. "Todo el tema de la creación de contenido en ningún momento pasa por un beta de intentar ser tendencia o dedicarme a esta vaina de ser influencer. Por eso es que me gusta la forma en cómo se diferencian los conceptos en inglés, el de creador de contenido e influencer. El creador de contenido tiene que ver con las herramientas que utilizas para establecer un mensaje y cómo ese mensaje le llega al otro".

Ali fue muy claro cuando nos habló sobre lo que para él significa ser influencer. "El influenciador como tal, realmente tiene que ver con lo derivado a. Es decir, tú te transformas en un influenciador porque el mensaje que emites causa una influencia en un tercero. Entonces, tú no puedes definirte previamente como influencer porque sería lo mismo que decir que te dedicas a ser bondadoso. No tiene ningún tipo de sentido".

Calidad sobre rapidez

Conocemos a Ali por su material audiovisual y su rol de difusor e investigador. No solo es clave en su propuesta creativa y su labor como creador de contenido e investigador de la cultura caraqueña. Es parte de su identidad, razón por la no le preocupa mucho la frecuencia de publicación, sino mucho más la calidad.

"Visualmente mi contenido me representa. Para mí sí es muy importante que la imagen esté bien realizada y soy burda de exigente en eso. A pesar de eso, no me come tanto la cabeza, eso más bien un límite que tengo que romper".

La grabación es netamente empírica y me siento realizado en ese sentido porque rompí la cadena de que necesito muchas lucas, muchos equipos y demasiadas condiciones para poder decir algo. Ahora estoy en la vuelta de que no necesito mucho, solo tener algo que decir.

Voy a poner de ejemplo un concepto de sociología que se lo leí a un escritor que se llama Immanuel Wallerstein sobre el tema de las universidades.

Yo siento que las redes sociales y la imagen son una jaula de oro para los creadores. Es una vaina que se puede transformar en una aspiración y que crees que es lo que te va a conectar con otra gente, pero al final se transforma en tu propia trampa para seguir haciendo lo que te gusta. Si no te das cuenta, se puede transformar en el fin último por el cual lo haces.

Encontrar el formato ideal

Con todo lo que Ali tenía que decir y su propia manera de ver, sentir y decir las cosas, encontrar un formato que se ajustara a su identidad no era sencillo.

Uno de los primeros formatos que consideró fueron los pódcasts, una estructura con beneficios que reconoce y relaciona con la integridad de la conversación. "Yo también hago pódcasts, esas conversaciones completas hay que hacerlas porque se traducen en un documento y permiten que la gente se vea reflejada en totalidad con lo que quiso decir sin ningún nivel de manipulación".

No obstante, para Ali, la longitud del formato podía ser un problema, especialmente al momento de hacer difusión en redes sociales. Como nos cuenta, las personas no llegaban a entender la importancia de la conversación que había tenido hasta tanto el extracto o clip no llegaba a otras plataformas. "Yo le hice la entrevista a Baba. Me parecía arrecha la entrevista, y tratar de convencer a la gente de que la viera era muy arrecho".

El descubrimiento

Toda persona tiene su momento Eureka, aquel instante donde las piezas del rompecabezas caen en su sitio y aparece la solución al problema que parecía imposible de resolver. Para Ali, su momento vino en la forma de un comediante judío de Nueva York.

"En medio de eso, encontré a un carajo que no recuerdo ahorita el nombre. Un comediante judío de NY que creó un programa llamado Subway Takes. La ambiguedad de la palabra takes es que cuando le dices a alguien what's your take? es como decirle ¿que me quieres contar? o ¿qué tienes en mente?, y esto lo hace metido dentro de trenes en formato de podcast de un minuto. Cuando lo vi, dije que esto era lo que estaba buscando en la vida".

Entendí que el tipo tomó las mejores cosas del formato: lo llevó a un minuto y medio, le quitó toda la parafernalia de "bienvenidos a mi pódcast, sígueme, dale like, etc". Eso era ruido y le dejó netamente lo importante. El formato de grabación es super freestyle. Cuando lo vi el impacto que tuve fue "coño, lo importante es lo que dices y no cómo lo estás estructurando" .

Comunidad e identidad

No es arriesgado decir que los creadores de contenido no tendrían la relevancia e importancia que tienen en Internet sin su comunidad, el grupo de personas que comparten valores e interactúan con ellos y con lo que publican en sus diferentes redes, sea para reconocer su esfuerzo, compartirlo en redes, aprender cosas, etcétera.

En el caso de Ali, entender quiénes eran las personas de su comunidad no vino de la noche a la mañana. "Yo soy un pure que habla de vainas caraqueñas y con esto me refiero a un beta generacional, no me refiero a un tema de edad. Por tanto, yo soy un migrante digital, no un nativo, por lo que me ha tocado comprender y recomprender todo este tema".

La carta astral digital

El momento en que Ali empezaría a comprender mejor a las personas que del otro lado de la pantalla veían y escuchaban lo que tenía para decir vendría de una forma inesperada.

Una persona que me ayudó en el inicio fue una productora creativa increíble que se llama Isis. Su tesis fue justamente sobre transmedia y me senté con ella cuando hice el Un2DeVainas y le dije: "tengo este proyecto, ¿qué coño tengo que hacer?" Ella lo primero que me dijo fue "mira Ali, tienes que hacer un buyer persona".

Para Ali, esto era entendido como una carta astral digital, y fue así como detallaría mejor a las personas que consumían su contenido. "El fenómeno que tú tienes digitalmente, si te das cuenta, son caraqueños que están intentando entender su propia ciudad", le dijo Isis a Ali.

"Lo segundo, es que el resto de la población que te ve son migrantes que de alguna forma están fuera de Venezuela y han empezado un proceso de racionalización sobre su propia identidad. En ese sentido, tú tienes que abrir el espectro de conversación sobre el tema de la identidad porque ahí, como nicho, es donde está tu fuerte".

Gracias a Isis, Ali lo tiene mucho más claro. "Mi comunidad está conectada con esta necesidad de entender su propia identidad de forma crítica y deconstruyendo estos valores como Carlos Cruz Diez y el Ávila. Quieren que la identidad venezolana sea algo más que el Salto Ángel y Yulimar pegando brincos, qué vaya a cosas que comiencen fuera del sujeto y luego pasen a él en un proceso interno. Eso me parece burda de interesante".

Generalmente el tema de la creación de contenido se basa en la cantidad de números y me refiero a lo acumulativo. Ese número general es lo que supuestamente le da valor a la vaina, y la verdad es que esta comunidad es la relación uno a uno. Uno tiene el valor de todos, y así sucesivamente. El valor para mí es que la gente que llega al espacio y conversa de forma real.

El valor de ser auténtico

En el día a día, muchas personas hablan coloquial. Usamos palabras y expresiones que no es común ver en medios de comunicación como radio, televisión, la prensa tradicional, entre otros, ni tampoco en la academia. Con esta entrevista, quizá hayas notado que esto no aplica mucho para Ali. Él habla sin esos filtros que moldean nuestro lenguaje.

Cuando le preguntamos sobre su manera de relacionarse con su audiencia, nos dejó ver cómo lo que parecía ser un conflicto resultó ser una de sus mayores virtudes. "La primera vez que me senté frente al micrófono, Mara [la productora] no quería que lo que grabara no se pareciera a mí. Eso me asustaba demasiado, además yo no soy comunicador social. No tengo ese título y nunca me instrumentalicé en esa vuelta. Entonces la única forma de expresarme es como yo soy, hablando a mi manera".

"Luego, hablando con Isis en la carta astral, me habla de que tengo un engagement muy arrecho porque le doy a las audiencias algo que no veía en las redes sociales. Hace dos años no se había popularizado esta vaina de hablarle a la cámara de forma directa y de manera coloquial. Hacer eso fue una forma disruptiva de hacer que la gente prestara atención.

Para Ali, cada vez son más las personas que quieren hablar de una manera más cercana y coloquial desde sus espacios. Hay casos donde resulta más natural que en otros, pero, según él, todos son signos de que la comunicación está mutando.

Saliendo un poco de Venezuela, Ali nos habló un poco de lo que ocurre en otros dos países de la región. "Me parece muy arrecho el tema del fenómeno en Argentina y Colombia donde puedes expresarte de forma coloquial en la televisión. Aquí en Venezuela es absurdo que yo voy a la radio y no puedo decir vaina, siendo una de las palabras más usadas.

Si buscas en el diccionario de venezolanismos o el español aplicado a Venezuela, ambos te dicen que es una de las palabras de mayor uso, pero por una visión colonial la palabra no se usa porque está pensada desde el mal lenguaje por ser popular. Para mí eso es una demostración de que tenemos un pensamiento colonial, ¿tas claro?

Aun así, Ali piensa que en Venezuela se está viviendo una etapa de descontrucción que empezó en el mundo digital. "Eso es una vaina burda de interesante y que de alguna forma ya va a empezar a tocar el tema de los medios de comunicación. Tiene que superar elementos como CONATEL, la ley RESORTE y otros paradigmas, pero creo que eso ya está pasando y me parece arrechísimo".

Los pros y contras de la tecnología

Como creador de contenido en Internet, Ali tiene una relación estrecha con la tecnología. Más allá de definirse como un migrante digital, lo cierto es que el tiempo lo ha llevado a usar herramientas y plataformas para crear contenido y difundirlo en su audiencia.

Cuando le preguntamos sobre cómo la tecnología lo ayudaba a transmitir su visión de Caracas, él fue muy claro. "Para mí la tecnología tiene el mayor mérito. Siempre en mi vida he sido esto pero 100 veces. En mi vida universitaria todo el tiempo estaba conociendo gente, viendo cuál era el concierto que venía, coleandome en sitios y tal. En ese tiempo relacionarse era más limitado en el sentido de que es una relación personal".

Para ilustrarnos mejor cómo la tecnología lo ha ayudado a conocer y relacionarse con las personas, Ali nos compartió una anécdota reciente. "Hace poco vino a Caracas Mari La Carajita, y la vaina fue burda de loca porque nos conocimos por la relación de la digitalización. Se siente reflejada y conectada en una identidad tuky, una identidad malandra de la identidad de Caracas. Nos pasamos una semana conectando con gente que yo conocía en una movida cultural que quizás a ella le podía interesar. De eso va a salir pronto un documental. Quedamos con la vuelta de que ahora yo tengo que ir a Cumaná".

Pero no todo brilla en Internet

Así como Internet y las redes digitales nos ayudan, también pueden afectarnos negativamente. Ali no escapa de ello, y como otros creadores de contenido, ha experimentado de primera mano el hate de las personas en Internet.

En esta ocasión, nos contó su experiencia, "hay gente que me hatea burda y me dice vainas que abruman. A mi me afecta que la gente pueda ser racista, homofóbica, clasista y discrimante de forma abierta y consciente, y a veces me cuesta cómo llevarlo, pero esas vainas intento contrarrestarlas con contenido de valor".

Estas muestras de odio son situaciones que Ali solo ha tenido en Internet de momento, y para hablar de esto, nos dejó una frase icónica.

Hay una frase célebre del gran poeta Bad Bunny que dice "Yo no sé donde están los haters, porque en la calle nunca los veo, solamente los veo en Twitter". A mí me pasa exactamente lo mismo.

Morales piensa que esto se debe a que en el mundo físico hay normas morales y éticas que limitan lo que decimos, así como convencionalismos (con los que no siempre está de acuerdo) que nos permiten por lo menos escucharnos entre nosotros, cosas que en Internet no parecieran aplicar de la misma manera.

La digitalización para mí es como un terreno salvaje en el que la gente depreda, y hay mucho de nihilismo en la forma en que se dan desde las conversaciones. Desde lo que se se postea, lo que se comenta, lo que recibe likes, etcétera.

¿Las redes sociales son un reflejo de la sociedad?

Fue en este punto cuando le hicimos esta pregunta a Ali.

Para él, al menos en Venezuela, este no es el caso. "Lo que se ve del venezolano no es lo que nos representa, principalmente porque no todos tenemos acceso a las redes sociales, y segundo, porque ahí [redes sociales] no hay estructuras que permitan elaborar conversaciones".

Lo que existen son espacios de expresión y lo que limita eso son compañías y sus políticas, no un acuerdo social. En eso no hay verdad, solo hay conversación. La verdad está en lo que pasa cuando te encuentras con la otra persona.

¿Qué es Caracas para Ali Morales?

Sea como investigador, profesor, persona o creador de contenido, Caracas es un lugar común para Ali Morales. Camina por sus calles, explora sus lugares, habla con su gente y pasa tiempo descubriendo y conociendo personas con cosas para decir sobre la vida en la capital. Fue por esto que preguntamos qué era para él la ciudad que recientemente cumplió 456 años de ser fundada, y esto fue lo que respondió.

Para mí Caracas es un puerto, esta vaina dicen que es un valle pero realmente es un puerto donde un montón de gente llega, conecta y zarpa otra vez; vuelve o se queda y transforma desde aquí. Para mí es increíble. Sin romantizarlo, para mí fue así. Cuando volví de Colombia, creé con Caracas una bilateralidad de mi propia identidad. Ella está partida entre lo que soy de Colombia y Venezuela.

Como nos dijo, Ali conoce a muchas personas que se sienten así. "Eso le pasa a los portugueses, italianos, colombianos. A nivel nacional, le pasa a los andinos, los merideños, los zulianos y a todo aquel que se interrelaciona con esta ciudad".

Parte del poder de atracción que tiene Caracas hacia las personas se debe a algo que muchas personas desde las ciencias sociales (Ali incluido) han estudiado: el poder centralizador de Caracas sobre el resto del país. "Venezuela está construida con una visión centralizada y eso hace que toda la dinámica esté hegemonizada desde Caracas. En el tiempo ha logrado consolidarse en ese puerto pero también ahora la digitalización que se produce entre las distintas partes del país es lo que la nutre".

Caracas es lo que es por la diversidad de cosas que en ellas se encuentran, no porque ella en sí misma sea algo interesante.

Bonus: un par de vainas tecnológicas

Para terminar de conversar con Ali, le hicimos dos preguntas sobre su experiencia con la cultura digital. Así fueron sus respuestas.

¿Cuál es tu primer recuerdo de Internet?

Mi primera conexión fue en Colombia, y fue metiéndome en la página de Yahoo! para entrar en las salas de chat que tenía Messenger (MSN). Qué arrecho, me acaban de desbloquear un beta.

¿Cuál es el meme/contenido de cultura digital venezolana que más te ha marcado?

Te puedo decir dos.

El primero, yo revisaba burda antes una página que se llamaba Camionetica.com, si ustedes revisan esa página van a entender por qué yo hago todo el contenido que hago. Era como una forma digital pero de URBE, pero que se empezó a hacer en el marco del arte y la cultura caraqueña underground.

Otro que me marcó burda fue Santo Robot. Yo estaba en mi búsqueda de ser director de cine y mi reacción fue "Mamagüevo, ¿esto también se puede hacer aquí?". Así entendí que no necesitas tener una pantalla de cine, puedes usar esto como te dé la gana. Para mí fue como impresionante.

Créditos del artículo: Sheroll Agelviz, Katleen Santander, Daniel Quiaro (entrevista). Diego Almao, Isaac Fernández (edición).